Aunque la tarta Red Velvet sea la última tendencia en repostería, en realidad su origen se remonta a los años 40 y 50 en EEUU. Su inconfundible color rojo la hace muy atractiva visualmente y su sabor aterciopelado derriten a cualquiera.
Pero volviendo al siglo XXI, y encontrándome con un reto tan complicado, sobre todo por los ingredientes (es muy difícil dar con el correcto colorante que deje ese color rojo intenso), decidí probar con una de esas mezclas preparadas que se venden en los supermercados; en mi caso elegí la marca Betty Crocker, Red Velvet Cake mix. Queréis saber mis opinión y resultado?
Bizcocho
Con esta mezcla solo hace falta echar un par de huevos (literal y figurado), aceite de girasol y agua. Después de añadir su contenido y batir la mezcla, se mete en el horno durante 20-23 minutos hasta que se cocine completamente. Dejamos que se enfríe un par de horas.
Relleno
Para darle un poco de cremosidad, decidí hacer una mezcla de nata (200 ml), ralladura de naranja y azúcar (70 gr). Batimos muy bien hasta que la nata se monte y extenderemos esta mezcla uniformemente entre los dos bizcochos de Red Velvet.Para cubrirlo, quería dar un toque azucarado y me lanzé a probar una cobertura Fondant, que tantas veces había visto en la tele como amasaban esa mezcla de glucosa y hacía autenticas virguerías y obras de arte. Sin embargo, y debido a mi reconocida torpeza, no quise arriesgar en mi primer intento e únicamente lo extendí para cubrir la tarta.
Pasos para amasar el Fondant
CONSEJO: si ves que el Fondant está muy duro (como suele pasar), el truco para hacerlo mas manejable es meterlo en una bolsa de plástico unos segundos en el microondas, ya que el calor hace que se ablande.
Después, cubriremos nuestra encimera con azúcar glas, y como si se tratase de la masa de una pizza, empezaremos a amasarla con nuestros puños durante 5 minutos, hasta que este blandita. Con la ayuda de un rollido, extenderemos el Fondant sin dejar de echar azúcar glas por ambos lados, hasta que tenga conseguir una masa fina. Finalmente, y con bastante cuidado, colocamos el fondant encima de nuestra tarta, asegurándonos de que no quedan burbujas de aire entre el bizcocho y el Fondant, y recortamos con un cuchillo los restos que sobren alrededor de la tarta.
Os adjunto un vídeo aquí por si os queda alguna duda, seguro que lo sabréis hacer genial!
Para decorar la tarta y darla un toque de color, opte por unas frambuesas y unas grosellas, que aportan ese amargor que contrarrestan al azúcar de la tarta.
CONCLUSIONES:
En mi opinión, y después de la experiencia, no termino de coger el punto a los preparados de tarta; el bizcocho no quedó todo lo rojo que debía sino que adoptó un color tirando al marrón. Respecto al sabor tampoco me termina de convencer.
La cobertura Fondant es siempre muy atractiva a la vista, pero dependiendo de la cantidad de azúcar que estés dispuesto a comer, puede que te encante o que te empache. En mi caso, tengo que reconocer que no es muy de mi agrado, pero para gustos colores y sobre todo, sabores!
Prometo hacer futuros intentos con la cobertura de Fondant, espero que no me salgan churros sino postres bien bonitos! :) :)
Un beso a todos y feliz Semana Santa!
Se ve muy bonita.
ResponderEliminarun saludito
Muchas gracias Miju!! :D :D
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